jueves, marzo 25, 2010

noble lobo
te invoco y apareces.
oliendonos las espaldas, te reconozco


vamos al claro de bosque
a bailar con ovejas descarriadas
entre efluvios de hada verde

al final de la jornada
sedientos aún de sangre,
nos arrojamos a los cuellos mutuos,
imaginando que el daño no existe
que el mal nos redimirá de ésta soledad esteparia...

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