Te perdí una noche de agosto
el cielo estaba limpio
los luceros brillaban
reflejandose con nuestras sombras
en la negra agua.
Apoyados en la baranda del puerto
tus cristalinos ojos
dejaron de ser el faro
que guía mi senda,
apartándola del oscuro abismo.
El amor como canto de sirena,
mapa sin tesoro
ni ticket de vuelta,
en la absoluta deriva.
jueves, octubre 29, 2009
Arrecife
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario